lunes, 11 de julio de 2011


L.U.N.A.
 
  
Hace miles de años en el planeta GJC-1316 existía una civilización llamada Ateb, la cual estaba tecnológicamente muy avanzada, tanto que llegaron a un punto en el que no conocían los conceptos de familia ni sentimientos.
Había un consejo de científicos llamado ‘‘Laboratorio Único de Nacimientos Artificiales’’ en el cual creaban a las personas en probetas y desde ahí las modificaban genéticamente al asignarles habilidades y características específicas para satisfacer las necesidades de la sociedad, después de nueve meses de desarrollarse en probeta se mandaban a diferentes lugares llamados ‘‘Aldeas’’ según sus características donde se les educaba y lo más importante se les enseñaba a ser autosuficientes.
Todo era perfecto y el consejo controlaba muy bien a los Ateb.
La aldea más importante era la de los matemáticos, desde una edad muy temprana eran instruidos para en un futuro seguir desarrollando la tecnología tan avanzada por la que se caracterizaba el planeta        GJC-1316; lo hombres y las mujeres vivían separados, sólo se juntaban en las aulas y en el comedor, después se volvían a separar para una sesión extra de estudio.
Delon vivía ahí, era como cualquier otro Ateb, nadie había notado su defecto de hecho se desempeñaba muy bien en el ámbito matemático, lo que hizo pensar al consejo que todo estaba controlado.
Los Ateb también apreciaban mucho el arte por lo que había una aldea específica para los artistas, en una ocasión para conmemorar el cumpleaños 230 del presidente del consejo se realizaron una serie de eventos, entre ellos hubo uno muy especial, un concierto en el cual solamente tuvieron la oportunidad de asistir el consejos de científicos y los matemáticos.
Cuando llegaron, todos tenían su lugar apartado a Delon le tocó casi hasta adelante, todo el concierto fué aburrido hasta que se presentó Nelumy quien era la estudiante estrella de violín, ella logró captar su atención, Delon se extrañó por sentir algo dentro de él que nunca había experimentado.
Al día siguiente durante la hora de estudio Delon pidió permiso al Sr. Kite de ir al aula de pantallas para buscar una información que necesitaba para el desarrollo de su proyecto en el que trabajaba, pero justo cuando pasó por el salón de sonido escuchó una melodía muy hermosa y entró, ahí estaba la chica del violín ensayando, no pudo resistir la tentación de escucharla.
-¿Quién eres tú?- le dijo irritada Nelumy al tiempo que paró de tocar, Delon no sabía que contestar.
-¿Qué haces? ¿Acaso no sabes que está prohibido entrar aquí a esta hora?- le preguntó furiosa por haber interrumpido su ensayo.
-Lo siento, no sabía, creía que se podía…- dijo Delon desconcertado.
-¡No porque la puerta esté abierta significa que puedes entrar!- replicó Nelumy.
Delon salió del salón más sin embargo aún se quedó afuera para seguir escuchándola; a partir de ahí cada tarde hacía lo mismo.
El Sr. Kite empezó a sospechar que algo andaba mal con Delon, pues él conocía su defecto, así que decidió informar al consejo sobre sus sospechas, los científicos al saber esto tomaron medidas para vigilarlo sin que él se diera cuenta. Todos los días durante la hora extra de estudio iba a hacer un rondín para vigilar que todo marchara perfecto.
Al día siguiente, Delon fue sorprendido en el pasillo mientras escuchaba tocar a Nelumy por lo que el          Sr. Kreacher  preguntó muy molesto:
-¿Qué hace aquí?, ¿Acaso ha olvidado las reglas jovencito?-
Delon no supo que decir, cuando de pronto salió Nelumy y replicó:
-¿Qué haces aquí? ¡Llegas tarde para la clase!-
-¿Qué clase señorita?- preguntó el Sr. Kreacher.
-Está tomando clase conmigo de violín- respondió Nelumy.
-Delo comprendió que Nelumy lo estaba ayudando, así que asintió con la cabeza.
-Muy bien joven, no llegue tarde a su clase- dicho esto el Sr. Kreacher se fué.
Delon se quedó sorprendido, creyó estar perdido pero por fortuna no fue así.
-Gracias, no sé qué hubiera hecho sin tu ayuda- dijo él.
Después de esto ellos continuaron con sus ‘‘supuestas’’ clases de violín para dar credibilidad a la justificación de lo sucedido. Conforme pasaron los días Delon y Nelumy se fueron haciendo más cercanos, algo que nunca había pasado entre los Ateb.
En cierta ocasión, Delon le pidió a Nelumy que en realidad lo enseñara a tocar el violín, sin querer a Nelumy se le cayó el arco y lo dos simultáneamente se inclinaron para recogerlo y accidentalmente sus manos se tocaron provocando con ésto una sensación desconcertante para ellos.
-Perdón, no quise hacerlo- dijo Delon.
-Disculpa, debo irme- respondió nerviosa Nelumy.
A partir de entonces quedaron conectados por un sentimiento especial, pero mantenían las apariencias ante la comunidad.
El consejo vigilaba muy de cerca a Delon ya que su rendimiento había bajado y el proyecto en que trabajaba aún  no lo terminaba, el cual consistía en la primera nave fabricada para ir a la ‘‘Gran Esfera Azul’’. Después de dos semanas el consejo dictaminó eliminar a Delon para evitar riesgos.
Durante varios días Nelumy no vió a Delon en el comedor, esto le causó extrañeza además de cómo la observaban los vigilantes y decidió averiguar por sí misma qué sucedía, al cabo de varios días de haber realizado investigaciones discretamente descubrió que lo tenían resguardado en una cápsula en el laboratorio, lo rescató pero al hacerlo accidentalmente accionó las alarmas creando un gran alboroto en la comunidad.
Los dos salieron de prisa del Laboratorio, pero algunos vigilantes se dieron cuenta de lo que pasaba y los empezaron a perseguir, Nelumy ya no sabía a donde ir. Rápidamente Delon la llevó hasta el almacén donde tenía resguardado el proyecto en el que trabajaba.
-¡Entra! ¡Rápido!- ordenó Delon a Nelumy.
Él maniobró algunos botones y palancas e hizo funcionar la nave escapando así de sus perseguidores.
Nelumy asustada preguntó a Delon :
-¿A dónde vamos?-
-No te preocupes, es un lugar seguro…bueno eso creo…-
Cuando llegaron a su destino y llegaron a la nave Nelumy se quedó extasiada de tanta belleza y ambos tomados de la mano miraron hacía el que hasta hace poco era su planeta y que ahora ellos le nombraban L.U.N.A. 

Por:   Emma

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